Conoce la Subbética

Iznájar, un balcón natural al Lago de Andalucía

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Hablar de Iznájar y no hablar del “Lago de Andalucía”, como se denomina al Embalse de Iznájar, es imposible.
Iznájar se asienta en la loma de una colina sobre el arroyo de Priego y el río Genil, que aquí discurre por su cauce medio formando el indicado embalse de Iznájar, el mayor de Andalucía con 981 hm3. Es el último municipio al sur de la provincia de Córdoba, en el vértice con las provincias de Granada y Málaga, en pleno Corazón de Andalucía.
Por la situación de Iznájar, es fácil comprender que son muchos los lugares que parecen ser balcones de una sola casa que fuera el pueblo. El mirador de la Cruz de San Pedro en el que se encuentra el teatro al aire libre de la localidad, el de la Plaza Nueva, los de Las Peñas…., todos ellos constituyen para el visitante un remanso de tranquilidad desde los se deleitará con las vistas del embalse que abraza al pueblo y de las lomas pobladas de olivares.
También podemos disfrutar de unas estupendas Rutas de paisaje natural como las que discurren junto al pantano, recomendando la ruta del margen izquierdo del embalse, apta para el senderismo y el cicloturismo, que lleva hasta la presa en un recorrido en el que se puede observar y apreciar la rica avifauna del embalse, la flora típica del bosque mediterráneo y el paisaje montañoso de la Subbética cordobesa.
Pero si en algo se distingue el municipio de Iznájar es por estar conformado por numerosas Aldeas y diseminados rurales, que constituyen el aspecto más característico de su paisaje y uno de los exponentes más representativos de su población que, lejos de concentrarse en el casco urbano, se dispersa a lo largo de los 137,6 km2 del término municipal.
Cerca de abrevaderos, en las puertas de las últimas estribaciones de la Subbética Cordobesa, cerca de los cauces fluviales, fueron creciendo pequeñas construcciones rústicas que servían de albergue a trabajadores de las explotaciones agrarias. No de otro modo surgieron La Fuente del Conde (cuyo nombre alude al abrevadero que poseía el Conde de la Revilla, propietario de casi todas las tierras sureñas de Iznájar), El Adelantado o La Celada que recuerdan escaramuzas bélicas que constituyeron objeto de disputa internacional entre el Reino Nazarita de Granada y el Reino de Castilla durante buena parte del siglo XV.

Otros topónimos como El Higueral o Los Juncares aluden a la vegetación autóctona. Por su parte los Ventorros de Balerma, surgieron como venta que permitía descansar en el camino de Loja en esta aldea que con el tiempo se convirtió en la más próspera y floreciente, junto con la Alcubilla que limitaba con el partido de Los Pechos y que surgieron como viviendas-cueva que construirían los pastores que guardaban el ganado. El mismo topónimo que se aplica a la población del Partido de Los Pechos, Las Chozas de la Fraila o de los Frailes, alude al tipo de construcción que sustituyó a las cuevas por chozas y posteriormente en viviendas rústicas que acabarían convertidas en cortijillos.
Disfrutar de Iznájar, de sus aldeas, de sus calles empinadas, de su hermoso castillo y por supuesto, de la belleza de un inmenso Embalse hará que la experiencia quede grabada en nuestro interior. Vísitalo!!!!

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