Geoparque

El lapiaz de los Lanchares

Foto: D. Rafael Luna Leiva. Cabra en el Recuerdo

Foto: D. Rafael Luna Leiva. Cabra en el Recuerdo

 

Continuamos conociendo los Lugares de Interés Geológico que componen nuestras Sierras Subbéticas, si la semana pasada nos adentrábamos en la historia y particularidades del picacho de la Sierra de Cabra y del pliegue de los Pelaos, hoy nos detenemos en el Lapiaz de los Lanchares.
Este paisaje rocoso se extiende en el entorno del Picacho de la sierra de Cabra, de superficie muy abrupta, formado por la acción del agua de lluvia sobre una roca soluble. El lapiaz de los Lanchares se ha formado sobre caliza, y se extiende a derecha e izquierda de la carretera que asciende al Picacho de la Virgen de la Sierra, con una superficie de casi 8 kilómetros cuadrados.
A pesar de la escasez de vegetación, debido a la casi inexistencia de suelo capaz de retener el agua y los nutrientes, el matorral mediterráneo ha conseguido colonizar los suelos del lapiaz, formando matagallos, pequeñas encinas y plantas de diversa índole. Esta flora tan particular se ha convertido, a su vez, en refugio de numerosas especies de aves, siendo un lugar interesantísimo para los amantes de la ornitología.
La gran extensión de roca desnuda, agrietada e irregular favorece la rápida infiltración del agua de lluvia. Gran parte de esta agua emerge a unos 5 kilómetros de distancia, en las proximidades del núcleo urbano de Cabra, en el paraje de la Fuente del Río, un claro ejemplo de manantial kárstico.
El lapiaz de los Lanchares es en realidad un paisaje heredado, formado principalmente durante el periodo Cuaternario, en momentos en los que el clima era más húmedo que el actual, cuando estas rocas desnudas estaban cubiertas por suelo y bosque. La acción del agua, enriquecida con CO2 y ácidos húmicos, ha ido disolviendo la roca, agrandando grietas y labrando acanaladuras, formas afiladas, redondeadas, tubulares, etc. Que recuerda un paisaje lunar.
En la actualidad, la lluvia retoca estas formas del paisaje. Entre las grietas, aún quedan restos de un antiguo suelo de color rojo (terra rossa), formado por arcillas residuales de la disolución de las calizas, propio de un clima tropical. La flora en esta zona es muy escasa por la casi inexistencia de suelo capaz de retener el agua y los nutrientes.

 

Datos geológicos
La caliza oolítica es la roca más representativa de la Sierra de Cabra, sobre la que se desarrollan importantes lapiaces. Esta roca se formó en el mar de Tethys hace aproximadamente 165 millones de años, en el Jurásico Medio. Las diminutas partículas que la componen, los oolitos, se forman en mares tropicales someros cuando capas de carbonato cálcico van creciendo alrededor de pequeñas partículas.
Esta roca es muy apreciada como material constructivo por lo que durante años, varias canteras han explotado este recurso en la zona. La importancia de conservar los valores geológicos, naturales y paisajísticos del lugar, ha provocado que se paralice su actividad.

Por último, esperamos que esta breve explicación te anime a visitar este Lugar de Interés Geológico. Además, en este entorno también podrás disfrutar del Paleokarst de los Pelaos, el Pliegue de los Pelaos y el Polje de la Nava de Cabra, de éste último hablaremos en nuestra próxima entrega de nuestra sección “Conociendo el Geoparque”.

 

Fuentes utilizadas
-Señalización Temática del Lapiaz de los Lanchares
-250 millones de años – la historia más antigua de la Subbética Cordobesa (Baldomero Moreno y Alicia Serna Barquero). Editado y publicado por el Grupo Desarrollo Rural de la Subbética

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