En el municipio de Priego de Córdoba encontramos el techo de la provincia, el Pico de la Tiñosa con 1.570 metros de altitud sobre el nivel del mar. En este cerro encontramos rasgos del paisaje y elementos geológicos de gran interés, así como rocas formadas en edades y contextos muy diferentes entre sí. De entre estos geotemas, destacan el Manantial de la Milana (del que ya os hablamos la pasada semana en nuestra sección de Geoparque), las Radiolaritas de los Jarales que descubriremos a continuación y La Torta Periglacial y la Cueva del Morrión. El recorrido hasta la cima oculta otros tesoros de carácter botánico, como una isla geobotánica en la que crecen plantas y hongos que no son propios de estos terrenos.
Sendero “La Tiñosa”
Una de las opciones para descubrir este Lugar de Interés Geológico que os proponemos es a través del Sendero “La Tiñosa”. A lo largo de este sendero, rodearemos la Sierra de la Horconera por su flanco noroccidental, hasta alcanzar su punto más elevado, La Tiñosa, el techo de la provincia de Córdoba. Durante el trayecto podremos observar rasgos del paisaje y elementos geológicos de gran interés, rocas formadas en edades y contextos muy diferentes entre sí. El sendero propiamente dicho, comienza al principio del carril de Navasequilla, frente al Club Familiar La Milana.
La parada número 4 de este sendero nos lleva hasta el Cerro Majano, un peculiar cerro a unos 3,7 km del inicio del carril, antes de un cruce de caminos en el que crecen dos tipos de plantas muy llamativas en las Subbética: el jaguarzo negro y la Jara pringosa. Aunque estas especies son muy comunes en el norte de Córdoba, en su mitad sur únicamente están presentes en este pedacito de terreno. Esto no es casualidad. La clave está en las rocas que existen bajo el suelo: las radiolaritas. Se trata de rocas silíceas, cuya alteración produce suelos de carácter ácido donde se desarrollan estas jaras.
Datos geológicos – Radiolaritas de los Jarales
En la Subbética predominan las rocas calcáreas como calizas y dolomías, cuya alteración, en cambio, da lugar a suelos básicos en los que se desarrolla la Jara blanca (Cistus albidus). Las radiolaritas se formaron en el Mar de Tethys durante el Jurásico Medio y Superior, hace entre 170 y 150 millones de años, por la acumulación de esqueletos de radiolarios, sobre los fondos marinos relativamente profundos y alejados de la costa.
Los radiolarios son seres microscópicos que construían su esqueleto con sílice (SiO2, la misma composición del cuarzo).
En estas épocas los radiolarios experimentaron un gran auge debido al clima tropical, y probablemente a las frecuentes erupciones volcánicas submarinas, que enriquecían de sílice las aguas del mar.
Este parche de vegetación representa un ejemplo magnífico de la estrecha relación que existe entre el sustrato rocoso y la vida que se desarrolla sobre éste.
Fuentes utilizadas
-Señalización Temática de las Radiolaritas de los Jarales
-Cuaderno Geológico del Sendero “La Tiñosa”